El presidente del organismo deportivo boliviano acusó, sin nombres, a dirigentes, árbitros y jugadores por haber amañado partidos. Evo Morales había denunciado irregularidades en partidos de su club, Palmaflor
El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Fernando Costa, hizo estallar una bomba en el país andino. En una conferencia de prensa, informó que había recibido “información alarmante y gravísima” que indicaba que existe “una red de corrupción con algunos malos dirigentes, algunos malos árbitros y algunos malos jugadores” que había “amañado partidos” y que estaba vinculada a “sobornos y apuestas”. Costa convocó a un Congreso para definir qué ocurrirá con los campeonatos en curso y tomar “sanciones deportivas ejemplificadoras”. Estas reuniones considerarán la “paralización y suspensión” de las actividades normales del fútbol boliviano.
La declaración ha sumido al fútbol boliviano en la preocupación y la incertidumbre. Aunque la división profesional se halla en un receso para permitir que la selección boliviana se prepare para sus primeros partidos eliminatorios dentro de la Copa Mundial, este fin de semana deben realizarse partidos de la segunda división. No se sabe qué pasará con ellos; tampoco se conoce la dimensión del problema. Costa no quiso mostrar las pruebas que están en sus manos para “no contaminar” la investigación.