En una escalada de tensiones comerciales, China ha anunciado que elevará los aranceles a los productos estadounidenses al 125% en respuesta al aumento de los aranceles impuestos por la administración Trump.

El Ministerio de Finanzas de China declaró que ignorará cualquier aumento adicional de aranceles anunciado por Washington, citando la falta de sentido económico en las acciones de EE.UU. Esta medida se produce como respuesta directa a los aranceles del 145% establecidos por la administración Trump a las exportaciones chinas.
El conflicto comercial, iniciado por el gobierno de Trump, contrasta con la moratoria de 90 días concedida a otros socios comerciales, por otra parte China también ha presentado una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que los aranceles «anormalmente altos» violan las normas del comercio internacional.

La ofensiva comercial comenzó el 2 de abril, con el objetivo de Trump de equilibrar el déficit comercial e impulsar la reindustrialización de Estados Unidos. Inicialmente, se impuso un arancel del 34% a China, que se sumó a un 20% anterior, lo que resultó en un arancel del 54%. China respondió con un porcentaje similar, lo que llevó a Trump a aumentar aún más los aranceles hasta el 145%.
Se prevé que la creciente guerra comercial entre China y Estados Unidos tenga un impacto global significativo, la agencia de comercio de las Naciones Unidas estima una posible contracción del 3% al 7% en el comercio mundial y una disminución del 0,7% en el PIB mundial. A medida que aumentan las tensiones, Xi Jinping tiene previsto visitar países del Sudeste Asiático, la región más afectada por los aranceles estadounidenses, en busca de puntos en común.