El Gobierno boliviano exige a los demás países sudamericanos organizarse para plantear “soluciones estructurales” para la creación de un Estado palestino
Bolivia ha roto relaciones diplomáticas con Israel. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, ha explicado este martes que el presidente boliviano, Luis Arce, tomó esta decisión “en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva de Israel en la franja de Gaza”. Según un comunicado leído por el vicecanciller, Freddy Mamani, el país andino, “en el marco de su posición principista”, se suma a la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y su “rechazo de todos los tratos crueles, inhumanos y degradantes” que, según el Gobierno boliviano, ocurren en Oriente Medio.
Bolivia exige “el cese de los ataques que han provocado hasta ahora miles de muertes civiles y el desplazamiento forzado de palestinos” y también “el cese del bloqueo que impide la entrada de alimentos y agua” a la Franja. Igualmente, rechaza el bloqueo que sufre el personal humanitario que procura llegar a la zona de conflicto. El país se adhiere a la posición que mantiene el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, respecto al conflicto y demanda un inmediato cese al fuego.
Prada informó que, un día antes de esta decisión, el presidente Arce se reunió con el embajador palestino en Bolivia y le manifestó su solidaridad por el sufrimiento de los habitantes de Gaza. Al mismo tiempo, la ministra pidió que los países sudamericanos se organicen para plantear “soluciones estructurales” a favor de los palestinos y la paz. La posición boliviana es la creación de un Estado palestino con las fronteras establecidas por la comunidad internacional en 1967.