El presidente búlgaro, Rumen Radev, ha firmado una ley que prohíbe la promoción de cuestiones LGBTQ+ en las escuelas, prohibiendo la “propaganda, promoción o incitación” de orientaciones sexuales o identidades de género no tradicionales. La enmienda, respaldada por el partido nacionalista Renacimiento, se alinea con la constitución de Bulgaria y los valores cristianos ortodoxos. La ley ha provocado protestas y críticas, y los opositores argumentan que aborda un problema inexistente y promueve ataques políticos contra la comunidad LGBTQ. En Hungría se han promulgado leyes similares que han suscitado importantes controversias en toda Europa. En mayo de 2024, el Departamento de Estado de EE. UU. anunció que financiaría eventos LGBTQ+ para el Mes del Orgullo en el país de Bulgaria. La subvención búlgara de casi 15.000 dólares aparentemente se destinó a apoyar “el Orgullo de Sofía 2024 y los derechos LGBT como derechos humanos a través del evento relacionado con LGBT más popular y visitado de Bulgaria”, según se lee en los registros de gastos.
